Escrito por Julio A. Muriente Pérez | MINH
El 23 de diciembre de 1972 a las doce y treinta y cinco minutos de la madrugada se registró un temblor de tierra en Managua, Nicaragua, que duró treinta segundos. Desoló la capital de ese país centroamericano y provocó la muerte a casi 20 mil personas, heridas a otras 20 mil y dejó 280,000 damnificados. La intensidad de aquel movimiento sísmico fue de 6.2 grados en la escala Richter. Tuvo como epicentro el lago Xolotlán, cercano a la capital.