Escrito por Alejandro Torres Rivera / MINH Comité Ejecutivo
Recientemente, durante el mes de mayo, la Junta Asesora sobre temas militares de la CNA Corporation, una organización sin fines de lucro en Estados Unidos que formula análisis y recomendaciones a los gobernantes de dicho país, publicó un Informe titulado National Security and Acceleration Risks of Climate Change.
El Informe recoge las recomendaciones de un panel de 16 exmilitares expertos en diferentes ramas (Fuerza Aérea, Ejército, Marina e Infantería de Marina), todos ellos de la más alta gradación, sobre los efectos que se estima tendrá el cambio climático en la estrategia militar de Estados Unidos, sus sistemas internos y externos de infraestructura, los efectos económicos y sociales en dicho país y en el resto del mundo y sus recomendaciones a corto y mediano plazo.
El Informe plantea los mayores riesgos que se confrontarán a escala mundial como resultado del cambio climático, particularmente en las secuelas de incendios como resultado de los períodos de sequía; el aumento acelerado del nivel de los océanos; la reducción y colapso del hielo en el Ártico; la emigración de la flora y la fauna hacia niveles más altos, alejados de la costa; los efectos de las inundaciones y las tormentas; el crecimiento de la población y su desplazamiento hacia zonas costaneras; y finalmente, la afectación y reducción de los recursos de agua en el planeta. Algunos datos no dejan de impresionarnos, como es el que fija recientemente un Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, el cual establece que para finales de siglo habrá habido un incremento en el nivel del mar en 17 a 29 pulgadas así como la expectativa de recibir nuevos y mayores huracanes, como fue el Huracán Sandy, cada diez años.
Del Informe se desprenden distintas recomendaciones relacionadas con la seguridad de Estados Unidos, a saber: (a) Para reducir los riesgos de amenazas a su seguridad nacional, Estados Unidos debe asumir el liderato a escala global en la preparación de las medidas que atiendan el impacto del cambio climático; (b) Con el apoyo de la comunidad de inteligencia, los ¨Comandos de Combate Unificados de Estados Unidos¨ deben incorporar los riesgos del cambio climático en su proceso de planificación y desarrollo operacional en sus áreas de responsabilidad, tanto con naciones aliadas, como entidades no gubernamentales; (c) Estados Unidos debe desarrollar de inmediato planes que incluyan y preparen a dicho país para el acceso y desarrollo de operaciones en el Ártico (el Polo Norte como solemos llamarlo). Sobre el particular, indica el Informe, que el derretimiento del hielo en el Ártico ha permitido acceso a lugares donde se estima hoy se encuentran ubicados abundantes recursos que incluyen una décima parte de las reservas de petróleo mundiales y una tercera parte de las reservas de gas natural no exploradas. (d) Dentro de la estrategia de planificación que debe desarrollar Estados Unidos se encuentra, tomando en consideración el crecimiento de la población mundial, los patrones climáticos y la distribución de recursos, la ecuación agua-comida-energía. (e) Estados Unidos debe incorporar, además, en su planificación, los efectos del cambio climático en lo concerniente a su infraestructura vital y cómo desarrollar la protección de ésta dentro del marco de un plan general. (f) Finalmente, el Informe recomienda al Departamento de la Defensa el desarrollo de medidas, métricas y planes que protejan sus facilidades del impacto en el cambio climático. Sobre el particular, el Informe sugiere la incorporación en la búsqueda de soluciones del sector privado mediante las Alianzas Público Privadas.
En relación con el aumento de la población mundial, el Informe nos recuerda que desde 2006 ha habido un incremento de 500 millones de habitantes; que la población mundial que hoy se estima en 7.1 billones con una gran concentración en las ciudades; que para el año 2030 la población mundial demandará el consumo de un 35% de comida adicional a su actual consumo y de 50% en energía. A tales efectos, de acuerdo con el U. S. National Intelligence Council´s Global Trends 2030, indica el Informe, el incremento en la población mundial y los patrones de consumo de parte de una clase media que se amplía, llevarán ¨en menos de dos décadas a un incremento en la demanda de alimentos de 35%, de agua fresca de 40% y de energía de 50%.¨
Tomando en consideración la fecha de un anterior Informe en 2007 de la CNA Corporation, se indica que siguen siendo vigentes, aunque con mayor urgencia dado que la situación se encuentra más agravada, algunos de los hallazgos de aquel Informe: (a) Los cambios operados en las lluvias, nevadas, derretido del hielo y los glaciales están provocando un efecto sustancial en la calidad de los suministros de agua; (b) La sequía en los terrenos, la salinización de los acuíferos debido a la infiltración del agua del mar y el deterioro de los terrenos agrícolas continúan impactando la producción de alimentos; (c) La propagación de enfermedades entre la población tales como el dengue y la malaria ha aumentado; (d) La ubicación o desplazamiento de la población hacia las zonas costaneras, que al presente alcanza una tercera parte de la población mundial, y la saturación de la población en importantes deltas como son los que ubican en los ríos Nilo, Yangtzé, Níger, Ganges y Mississippi; todos ellos presentan un peligro de grandes dimensiones.
El Informe asocia, también importantes conflictos mundiales con el cambio climático. Por ejemplo, la situación de crisis que vive Mali en África; o Siria en el Medio Oriente; o los levantamientos ocurridos en el Norte de África en los pasados años; todos ellos han estado vinculados según el Informe, con fenómenos previos de grandes sequías que impulsaron el incremento en el costo de los alimentos o la destrucción de los cultivos en estas regiones.
En el caso de la región de Asia, donde se encuentran ubicadas quince de las 20 ciudades más pobladas del mundo, se indica que los efectos del cambio climático se puede observar en el aumento en los tifones, los monzones, la extensión de las temporadas de lluvias y las inundaciones. En el caso del Océano Pacífico, señala, el incremento en el nivel del mar puede conllevar situaciones muy extremas para algunas regiones.
En el plano militar, el Informe recomienda se revise la asignación de las Áreas de Responsabilidad (AOR) que como parte del Plan de Comandos Unificados se revisa cada cuatro años. El Informe recomienda delimitar la responsabilidad en un solo Comando de la región del Ártico. Actualmente la región es compartida entre el Comando del Norte (NORTHCOM) y el Comando de Europa (EUCOM). Esa responsabilidad dual, indica el Informe, ¨crea una tensión innecesaria con impactos negativos¨ en el proceso de descargar las tareas encomendadas a cada uno de estos Comandos. En consecuencia, se recomienda que el Área de Responsabilidad (AOR) sobre el Ártico sea asumida por el Comando del Norte. Estados Unidos es una de las ocho naciones que tienen frontera con la zona del Ártico. Las otras naciones son: Canadá, Dinamarca, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y la Federación Rusa.
El Informe menciona también las implicaciones domésticas que para Estados Unidos tiene el Cambio Climático en sus planes militares, en su infraestructura nacional, en su economía y en la sociedad. Sobre el plano militar, indica que de acuerdo con el Informe Cuatrimestral del Departamento de la Defensa, el cambio climático tiene un impacto en la frecuencia, escala y complejidad de las misiones militares asignadas a sus efectivos de la Guardia Nacional, la Reserva, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, y el resto de las fuerzas activas en operaciones de desastres naturales, condiciones climatológicas extremas y labores de apoyo al personal civil que resulte afectado como consecuencia de las mismas. También menciona, desde la perspectiva de la logística, transportación e infraestructura, los retos en los entrenamientos al personal y el uso de las bases existentes para el apoyo de las comunidades circundantes a las mismas.
En materia de infraestructura, menciona que el National Climate Assesment de 2014, destaca el riesgo que actualmente existe sobre la infraestructura ubicada en las costas, incluyendo las carreteras, vías de ferrocarriles, infraestructura energética y los puertos junto a las facilidades navales debido al incremento en el nivel del mar. Específicamente plantea el peligro que se cierne actualmente sobre cerca de 30 instalaciones y las comunidades construidas a su alrededor. Destaca el caso de la Base Naval de Norfolk, que es la base naval más grande del mundo, y donde se encuentra la Segunda Flota o Flota del Atlántico de Estados Unidos. Indica que muchas de sus facilidades se encuentran a algunos metros sobre el nivel del mar. Estima que gran parte de las facilidades que allí se encuentran podrían quedar afectadas si continúa el incremento en el nivel del mar.
En el caso de la infraestructura civil, menciona que un incremento de 1.5 pies en el nivel del mar podría colocar en riesgo propiedades valoradas en trillones de dólares en las costas de Baltimore, Boston, Philadelphia, Providence y Nueva York. En este último caso, específicamente indica se afectarían 212 millas de carreteras, 77 millas en vías de ferrocarriles, 3,647 acres de facilidades de aeropuertos y 539 acres de expresos. La repetición de una tormenta como fue Sandy, que azotó la Costa Este de Estados Unidos y colocó Battery Park en Nueva York a 13.88 pies bajo el agua, inundó siete túneles del ¨subway¨ y dejó sin electricidad el Distrito Financiero de Wall Street, conllevaría, de repetirse como se espera, daños superiores. En lo económico, ciudades como Miami, Nueva Orleans, el Bajo Manhattan y Washington D.C. sufrirían daños de un valor social incalculable.
El Informe concluye haciendo un llamado a que desde ahora el gobierno de Estados Unidos adopte una posición firme dirigida a atender inmediatamente los retos que el Cambio Climático produciría en sus intereses militares a escala mundial. Esa misma importancia debemos tener nosotros, desde la perspectiva de los pueblos, ante las consecuencias que el Cambio Climático tendría para una nación archipiélago como Puerto Rico.
Los efectos del cambio climático y el ascenso en el nivel del mar en nuestro país en las pasadas décadas son obvios. Nos basta con dar un viaje en auto por carreteras aledañas a las playas de Puerto Rico para apreciar cómo el mar se ha ido adentrando en la tierra, desapareciendo las dunas de arena e inundando zonas anteriormente distantes del mar. En momentos en que se está hablando en nuestro país, una vez más, de la necesidad de aprobar un Plan Integral de uso de Terrenos, sería una extraordinaria oportunidad para incluir también en la discusión la búsqueda de soluciones para la enorme cantidad de ciudadanos que en estos momentos viven en terrenos inundables; en la protección del litoral costanero; en una moratoria total o al menos en una mayor exigencia en la expedición de permisos de construcción en áreas sensitivas que pudieran impactar la zona marítimo terrestre; y en el desarrollo de una clara política dirigida a atender las dificultades que para un país como el nuestro representa el Cambio Climático.
Después de todo, si para los militares, el enfrentar desde ahora los efectos del cambio climático es una cuestión fundamental en sus políticas imperiales de dominación; para nosotros, enfrentar los efectos del cambio climático en nuestra nación, debería revestir también un asunto en el cual deberíamos comprometernos como pueblo. Se trata de un asunto de supervivencia para todos los puertorriqueños(as).
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