Escrito por Alex Anfruns
El pasado 21 de febrero, cerca de seis millones y medio de bolivianos concurrieron a las urnas para ser consultados en torno a si se modificaba o no la Constitución de Bolivia para viabilizar la reelección de un Presidente más allá de un tercer mandato.
De haber sido aprobada la enmienda, en las próximas elecciones generales en dicho país en 2019, el Presidente Evo Morales y el Vicepresidente Álvaro García Linera hubieran podido ser candidatos nuevamente en sus respectivas posiciones. El proceso de consulta, a pesar de que discurrió en un adecuado ambiente de tranquilidad social, estuvo permeado de una fuerte campaña en los medios de comunicación contra el actual presidente donde se le acusó de tráfico de influencias.
El resultado de la consulta fue negativo para las aspiraciones del Movimiento al Socialismo y sus principales dirigentes políticos, Evo Morales y Álvaro García Linares. El NO obtuvo poco más del 51.3% de los votos, mientras el SÍ obtuvo el 48.6% de los votos. El resultado ciertamente plantea alguna sorpresa, particularmente viniendo de un presidente que en su primera campaña electoral en 2005 ganó la presidencia del país en la primera vuelta, fue reelegido con amplio apoyo popular para un segundo término y logró obtener el 60% del electorado al ser reelegido para un tercer término en octubre de 2014. De hecho, en estas elecciones, Evo Morales obtuvo casi el doble de los votos de su más cercano rival. Describiendo la campaña en su contra como una ¨guerra sucia¨, Morales aceptó el resultado de la consulta, por lo que en enero de 2020 deberá ceder la presidencia a otro candidato votado para el puesto de Presidente de la República.
Como ha ocurrido en otros procesos electorales en América Latina, en esta consulta se nucleó alrededor de la propuesta del NO el más amplio conjunto de la oposición política en Bolivia. De acuerdo con Pablo Stefanoni en su artículo publicado en Le Monde Diplomatique, edición Cono Sur, en esa coalición anti-Evo Morales se unieron ¨desde los racistas que nunca quisieron un gobierno campesino-indígena hasta quienes critican lo contrario: que (él de Morales) no es un verdadero gobierno indígena sino sucedáneo de matriz blancoide o directamente un gobierno antindígena¨. Por su parte, Boris Miranda, en artículo publicado por la BBC, señala que esa Oposición logró proyectar la imagen de ser una ¨movilización ciudadana¨ obteniendo por esta vía el rostro de ¨agrupaciones juveniles, pensadores de izquierda, dirigentes sindicales y políticos que empezaron su carrera en el mismo gobierno del actual presidente y que ahora están en la disidencia.¨ Se critica en el escrito de Miranda que el actual Vicepresidente es responsable de llevar la imagen al pueblo de que el liderato de Evo Morales ¨era irremplazable y que la continuidad del proyecto político oficialista dependía de su continuidad en presidencia.¨
Ahora bien, desde Bolivia surgen voces como la de Salvador Schavelson que señala que de esta derrota pueden surgir las bases para la apertura de un proceso interno democrático que le permita al Movimiento al Socialismo que dirige Evo Morales, ¨reinventarse para ganar las elecciones de 2019.¨
A pesar de esta derrota, la cual ciertamente se produce por un margen estrecho, el liderato de Evo Morales, frente al liderato de cada uno de los integrantes de las fuerzas opositoras por separado, no logra aproximarse al primero. De lo anterior se deduce la importancia para el MAS, no sólo de permitir el desarrollo de un nuevo liderato que de aquí a los próximos tres años y medio asuma la dirección del proceso político, sino además, que esa oposición que hoy se agrupó detrás del NO, no se agrupe en una fuerza política neoliberal y opositora que se imponga en las elecciones de 2019.
Boris Miranda, en un artículo previo a la consulta, publicado por la BBC bajo el título de ¨Referendo en Bolivia: 10 aspectos que cambiaron en la década que Evo Morales lleva como presidente¨, destaca del gobierno de Evo Morales lo siguiente: (1) Inclusión: ¨La Constitución de Bolivia que impulsó su presidente reconoce los ´usos y costumbres de los pueblos´ para la elección de diputados y la administración de la justicia¨; (2) Corrupción: Hasta recientemente el presidente boliviano señalaba que los pueblos indígenas eran ¨la reserva moral de la humanidad¨ afirmando que eran ¨incorruptibles¨. La realidad es que bajo su gobierno se han producido escándalos relacionados con la corrupción por parte de funcionarios y dirigentes del MAS, incluyendo la denuncia de que Gabriela Zapata, una exnovia del Presidente, se encontraba vinculada al tráfico de influencias en relación a una empresa china que logró contratos multimillonarios en Bolivia; (3) Estabilidad Política: Mientras entre 2001 y 2005 Bolivia tuvo cinco presidentes, durante sus diez años en la presidencia, Evo Morales ha propiciado un clima de estabilidad social; (4) Medios de Comunicación y libertad de expresión: Indica que según el presidente Morales, su principal oposición han sido los medios de comunicación. A pesar de ello, durante su mandato ha habido libertad de expresión sin que la prensa pueda reclamar persecución; (5) Crecimiento económico: Mientras en 2006 las reservas de Bolivia alcanzaban $3,000 millones, para esta década estaban en más de $15,000 millones. (6) Medio ambiente: En los años que van de 2005 a 2012, Bolivia incrementó de 11 a 98 las áreas reservadas a yacimientos petrolíferos, lo que representa cerca de un tercio de la superficie del país; (7) Grandes Obras: El teleférico de La Paz como instrumento de transporte público, la planta Samsung en el departamento de Chapare, el establecimiento de una planta Hyundai en La Paz y convenios de explotación del gas natural con la empresa rusa Gazpron. De una inversión extrajera en Bolivia en 2005 de $600 millones, en 2016 crecerá a $8,500 millones; (8) Justicia: Desde 2011 los bolivianos eligen sus autoridades judiciales, aunque sobre la administración de la justicia, existen fuertes y severas críticas; (9) Salud y Educación: Desde 2008 Bolivia es un país libre de analfabetismo; las embarazadas, menores de dos años y adultos mayores y personas con discapacidad, tienen un seguro médico y reciben bonificaciones especiales; con la ayuda de médicos internacionalistas cubanos se han practicado 650 mil curaciones y operaciones gratuitas de la vista; la deserción escolar se redujo a 1.5% y a nivel secundaria, se redujo de 11% a 2.5% en 2014; (10) Privilegios en las Fuerzas Armadas: Los mandos de las fuerzas armadas se han visto beneficiadas con cargos en el servicio diplomático, dirección de entidades públicas, contratos con el Estado e incrementos en su presupuesto, entre otras.
Dentro del marco de esta discusión, no podemos olvidar que en Bolivia existen fuerzas políticas en departamentos más hacia la región amazónica que a la Cordillera Andina, que nunca han renunciado a la secesión, es decir, a separarse de Bolivia como un estado unitario. A diferencia de la región andina, donde convive la mayor parte de la población indígena y cuya característica montañosa propende al aislamiento de las poblaciones, esta región oriental del país es distinta, tanto desde el punto de vista de su desarrollo económico, como desde el punto de vista étnico y productivo. Es la región de los grandes hatos ganaderos, la región de los grandes emporios madereros, es la región más europea del país y también la región que en el pasado ejercía el control económico y político del país. Desde ella surgió la consulta secesionista al margen de la Constitución mediante la cual se pretendió forzar un referéndum secesionista al comienzo del primer mandato de Evo Morales, principalmente desde los departamentos de Uro, Santa Cruz y Pando.
La reacción de Evo Morales al resultado de la consulta es la de revisar dónde a su juicio haya habido equivocaciones. Considera que existe el relevo a su liderato y que la base del MAS son los movimientos sociales, desde los cuales emergerá la respuesta. Refiriéndose a la derecha en Bolivia, indicó que se trata de las mismas fuerzas que promovieron y promueven la restauración del neoliberalismo en su país.
Ciertamente, a diferencia de hace una década y media, cuando América Latina despertaba de un largo letargo afianzado por cruentas dictaduras militares y donde desde el corazón de los pueblos afloraba la respuesta de un socialismo del Siglo XXI, hoy observamos el renacer de aquella misma derecha con una nueva cara, incluso con un nuevo discurso, pero con iguales intenciones. Los eventos ocurridos en Argentina, como antes los Golpes de Estado contra Zelaya en Honduras, o el Golpe parlamentario ocurrido en Paraguay, sumado al resultado de las elecciones parlamentarias en la República Bolivariana de Venezuela y el avance de la derecha neoliberal en Brasil e incluso en Ecuador, es la mejor confirmación a la tesis de que la lucha de clases es un fenómeno permanente.
En el desarrollo de los procesos sociales en América Latina, también todavía está muy lejos el cese de la intervención extranjera e imperial en un mundo donde los intereses geopolíticos imperiales son distintos a los intereses nacionales de nuestros pueblos, y dentro del marco de tales intereses nacionales, los intereses del pueblo trabajador y campesino frente a los intereses del capital y los sectores oligárquicos. En el caso de Bolivia, este fenómeno donde la oposición ha logrado nuclear un centro político para enfrentar al gobierno en el poder dirigido por Evo Morales, aún dentro de sus contradicciones internas, y aún contrario a la apuesta de que no lograrán mantenerse unida de cara a las elecciones de 2019, presenta la oportunidad para la reversión del proceso de cambios introducido por el MAS en este país. Más aún, este fortalecimiento temporal de la oposición política tiene el potencial de convertirse, como ocurrió en Venezuela, en un foco activo de confrontación política que en nada beneficiará al pueblo boliviano.
Ciertamente se impone la necesidad de revisar lo ocurrido. Sería fatal para el proceso, tras la presunción de que esa oposición carece de ¨un plan programático y solo quieren devolver al país al neoliberalismo¨, asumiendo la jerga del deporte del baloncesto, que el MAS y su dirección, se duerma en los tres segundos, permitiendo así que la bola cambie de cancha y, en consecuencia, pase a manos del equipo contrario.
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