Escrito por Alejandro Torres Rivera / Presidente CAAPR
En momentos en que se acercaba la convocatoria en la República Bolivariana de Venezuela para la selección de aproximadamente la mitad de quienes integrarán lo que ha de ser la Asamblea Nacional Constituyente, en la provincia de Pinar del Río, Cuba, se llevó a cabo el pasado 26 de julio el acto nacional para la conmemoración del 64 Aniversario del Ataque a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. El discurso principal de la actividad estuvo a cargo del Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José R. Machado Ventura.
La efemérides se produjo también dentro del marco del 53 Aniversario del triunfo de la Revolución Cubana. Se trata también de la primera ocasión en que, dentro del marco de la celebración que representa para el pueblo cubano esta fecha, conocida como el Día de la Rebeldía Nacional, la misma discurre con la ausencia física del conductor militar de dicha gesta, Fidel Castro Ruz. Más aún, contrario al contexto de la conmemoración efectuada el pasado año, donde estaba permeando la misma la política de acercamientos entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, la actual conmemoración se produce en momentos en que la actual administración del Presidente Donald Trump se empeña en hacer retroceder algunos de los pequeños avances dados bajo la presidencia de Obama en materia bilateral entre ambos países y gobiernos.
De acuerdo con Benjamín Morales Meléndez, en escrito publicado por ENDI bajo el título de Cuba da espaldarazo a Nicolás Maduro, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, conocida como OFAC, publicó en línea un documento ¨en formato de ´preguntas frecuentes´ donde OFAC provee información a los ciudadanos de Estados Unidos ¨que tienen planes de viaje ya hechos para ir a Cuba, busca dar calma a empresarios que ya hicieron inversiones en el país y deja claro que la mayoría de los acuerdos logrados por la administración del presidente Barack Obama se mantendrán en pie, contrario a la percepción generalizada de que todo ha cambiado.¨ Indica que una de las áreas donde sí habrían cambios en los llamados viajes educativos, ¨los cuales serán modificados sustancialmente, y reitera que las operaciones con entidades militares o de la inteligencia cubana quedarán restringidas.
Para entender lo ocurrido en 1953 en Cuba y proyectarlo al presente es necesario alguna reflexión histórica. Mientras al inicio de la década de 1950 Puerto Rico avanzaba hacia la reformulación del modelo de dominación colonial imperante desde 1898, en Cuba una nueva generación de jóvenes se organizaba para, a través de la vía armada, procurar el derrocamiento de la Dictadura. El 26 de julio de 1953 un grupo de éstos, encabezados por Fidel Castro Ruz, efectuaron un ataque contra la segunda fortaleza militar en importancia, localizada en Santiago de Cuba, cabecera de esta provincia localizada en la región oriental del país, el Cuartel Moncada y otro cuartel militar, el Carlos Manuel de Céspedes.
Si bien el ataque en términos militares fracasó trayendo tras de si una ola violenta de represión por parte del Gobierno; este acontecimiento se inscribe en la historia del pueblo cubano como un paso significativo en su toma de conciencia sobre la necesidad de la vía revolucionaria armada hacia la toma del poder político y el derrocamiento de la Dictadura.
En la Cuba de mediados de 1950 prevalecían las mismas condiciones objetivas susceptibles de desencadenar un proceso de lucha revolucionaria que impugnara las clases dominantes y las relaciones de producción existentes en cualquiera de los países de América Latina: en primer lugar, la presencia de grandes intereses económicos del imperialismo estadounidense en todos los renglones de la economía y la utilización del ejército nacional de la Dictadura en la defensa de tales intereses; en segundo lugar, la influencia y los programas de los partidos políticos estaban desacreditados ante el pueblo como opciones reales a su situación; en tercer lugar, la idea de la lucha armada no era extraña a la experiencia histórica del pueblo cubano. Sin embargo, a diferencia de otros países latinoamericanos, en Cuba existía un amplio sentimiento nacional forjado durante largos años de lucha y resistencia a lo largo de tres guerras de independencia durante el siglo 19 y la resistencia a la Dictadura de Antonio Machado en pleno siglo 20. Fueron estos procesos elementos definitorios que permitieron, desde muy temprano, cuajar una conciencia colectiva nacionalista y anti imperialista del pueblo cubano.
Este factor subjetivo, junto con un programa revolucionario como el que más adelante sería impulsado por el Movimiento 26 de Julio (M-26-7), fue lo suficientemente amplio como para lograr aglutinar en su apoyo a diferentes clases sociales y sectores de clase inconformes no solo con la Dictadura, sino con las condiciones políticas, económicas y sociales prevalecientes. Fue precisamente este elemento aglutinador lo que hizo la gran diferencia.
Seis años después de aquella derrota temporal de los revolucionarios cubanos, y tras tres años de una intensa lucha armada de liberación nacional, que un primero de enero de 1959 entrarían victoriosos en La Habana, las fuerzas guerrilleras comandadas por Fidel Castro Ruz.
En su breve discurso, comparando datos de lo que era la provincia cubana de Pinar del Río al triunfo de la Revolución con lo que es hoy, Machado indicó, entre otros datos, que antes el 85% de las fincas no pertenecían a quienes como hoy las trabajan; que el analfabetismo rondaba el 30% de la población frente al analfabetismo cero que existe hoy; que en el área de la salud, Pinar del Río contaba a la fecha del triunfo de la Revolución con 16 unidades asistenciales y unas 100 consultas privadas, un total de 248 médicos, 25 estomatólogos y 50 enfermeras y auxiliares; al presente cuenta con 626 consultorios de médicos de familia, 19 policlínicos que funcionan en todos los municipios, ocho clínicas estomatológicas y cinco hospitales, donde prestan servicio 4,577 médicos, 18 veces más que en el pasado. Indicó también que hoy la provincia de Pinar del Río cuenta con 5,635 profesionales de la enfermería, lo que supera a12 veces más de lo que había al triunfo de la Revolución. Señaló también que Pinar del Río aporta hoy unos 3,000 colaboradores internacionalistas distribuidos en 43 países, principalmente en Venezuela.
La esperanza de vida en la provincia es hoy día de 79 años; el desempleo es de 1.3%; a lo que se suma una gran cantidad de recursos humanos profesionales en el campo de la enseñanza, habiendo logrado Pinar del Río resultados económicos superiores en el cumplimiento con los acuerdos adoptados por el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba.
La determinación de cuál provincia es o será la sede para la celebración de las actividades del 26 de julio, se gana por el mérito de la población de las provincias en reconocimiento a los avances alcanzados en fraternal competencia y emulación con las otras provincias de Cuba. Para ello se toma en consideración, entre otros criterios, el cumplimiento con los planes económicos que le han sido asignados a cada provincia; la disciplina en el trabajo; la disposición combativa de sus ciudadanos para la defensa de la Revolución; así como la eficiencia en su desempeño de los organismos de base popular como son los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), las unidades militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), las agrupaciones de producción campesinas, la Federación de Mujeres, los colectivos de jóvenes y otros colectivos también importantes, a los que se suma el Partido Comunista de Cuba y la Unión de Juventudes Comunistas de Cuba.
En su discurso, Machado destacó la participación de 40 jóvenes de la provincia de Pinar del Río en los combates librados en los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, particularmente aquellos provenientes de Artemisa, que entonces formaba parte de la provincia pinareña y hoy conforma de manera experimental una nueva provincia, al igual que ocurre con Mayabeque, de los cuales tres cayeron en combate, mientras otros 13 fueron víctimas de crímenes ordenados por la Dictadura tras el asalto. Destacó también Machado a los llamados ¨Malagones¨, un grupo de 12 campesinos que respondieron de inmediato al llamado a organizar milicias populares para la defensa de la patria cubana.
En torno a la situación internacional, Machado denunció las medidas de endurecimiento del Bloqueo que afecta a Cuba hace ya más de cinco décadas, a la vez que señaló y denunció la conspiración entre Estados Unidos y el Secretario General de la OEA, en el impulso de política injerencistas hacia Venezuela. Rechazando rumores a los efectos de que Cuba formaba parte junto a Colombia y México de un esfuerzo dirigido a que el presidente venezolano abandonara la presidencia de su país y obtuviera refugio en Cuba, Machado indicó que su país rechazaba tajantemente esos rumores, manifestando una vez más el compromiso y solidaridad ¨inconmovible¨ de Cuba con la Revolución Bolivariana. A tales efectos citó del Presidente Cubano y General de Ejército Raúl Castro Ruz, en palabras pronunciadas el pasado 14 de julio en la Novena Sesión Ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que ¨cualquier estrategia que pretenda destruir la Revolución, ya sea mediante la coerción y las presiones o recurriendo a métodos sutiles, fracasarán.¨
La presencia del presidente cubano en la actividad se produce en momentos en que, conforme ha indicado a raíz de acuerdos tomados por el Partido Comunista de Cuba y como parte de su renovación en los cuadros directivos, le queda el remanente de su última selección a la cabeza del Estado para que otra persona le sustituya en sus funciones como Jefe de Estado.
Las referencias hechas por Machado en su discurso con relación a Venezuela, y con ellas, el proceso que el presidente Nicolás Maduro Moros convocó para la celebración de una Asamblea Nacional Constituyente, no deja de ser una importante afirmación en momentos en que sobre la Patria de Bolívar se entretejen conspiraciones golpistas, todas ellas alentadas por el gobierno de Estados Unidos y sus acólitos en la región.
A pesar del boicot promovido por la Oposición venezolana, a las 11:49 p.m. la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, informaba el voto de 8, 890,300 venezolanos de un total de 19,447 millones de electores en Venezuela, escogiendo sus delegados a la Asamblea, lo que representa el 41.53%. Esta cantidad de votos refleja un incremento en el voto obtenido por el presidente Maduro en las elecciones presidenciales de 2013 cuando obtuvo poco más de 7 millones de votos; o de las elecciones legislativas de 2015, cuando el PSUV obtuvo sólo 5.6 millones de votos frente a 7.7 millones obtenidos por la Oposición.
Aun dando por buenos los cálculos ofrecidos por la Oposición en su pasado plebiscito, a los fines de que 7.2 millones de venezolanos votaron en contra de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, datos que no están sujetos a corroboración por ninguna vía oficial ni extra oficial, donde incluso muchos de los registros de votos fueron quemados por ellos mismos para que no quedara rastro de quiénes votaron, ciertamente puede afirmarse que el respaldo a la propuesta de profundizar la Revolución Bolivariana por vía de la Asamblea Nacional Constituyente es un hecho al rebasar por más de 1.6 millones de votos los que se atribuye a sí misma la Oposición en su consulta.
Es de esperarse que a más tardar, en un plazo de 72 horas, los asambleístas que compondrán la Asamblea Nacional Constituyente habrán de reunirse para dar inicio a sus funciones. La profesora y abogada María Alejandra Díaz comentaba el día de las votaciones para la cadena Telesur, que la convocatoria a hecha por el presidente Maduro al poder constituyente era ¨nuestra venganza democrática¨, ello en referencia a la respuesta del pueblo venezolano a las acciones violentas de la Oposición venezolana. Nos parece que sí hay mucho de cierto en sus palabras. Los venezolanos votaron ayer por la paz, por la justicia y por el diálogo utilizando para ello los mecanismos que la propia Constitución vigente de 1999 le provee.
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