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Las liberaciones de prisioneros cubanos: Antecedentes y efectos prospectivos

Luego de arduas negociaciones con el Gobierno Revolucionario de Cuba se ha iniciado el traslado a España de los primeros ex prisioneros cubanos y sus familiares. Ellos forman parte de un grupo de 75 personas encarceladas en 2003 como resultado de su actividad delictiva que incluyó el financiamiento por parte de una potencia extranjera de acciones en perjuicio del gobierno constitucional de la República. Del grupo inicial, ya 20 de ellos habían sido liberados por el propio gobierno cubano por razones humanitarias. Las liberaciones de prisioneros llevadas a cabo en los pasados días se produce en el marco de las gestiones llevadas a cabo por parte de la Iglesia Católica en Cuba y el Estado español. Como paso previo a su traslado hacia el exterior, el gobierno cubano acordó la liberación parcial de los detenidos mediante el mecanismo establecido en la legislación cubana de ‘”licencia extra penal”.

La primera medida en el proceso de alcanzar los acuerdos se produjo mediante la determinación del gobierno cubano de acercar a seis de los detenidos en prisiones cubanas a cárceles en puntos más cercanos a sus lugares de origen.

En el proceso, algunos de los opositores al gobierno cubano encarcelados, como también el opositor Guillermo Fariñas, quien llevaba un ayuno de más del 100 días en protesta contra el encarcelamiento de sus compañeros, han reclamado el fin del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba. Esta denuncia contra la política de Estados Unidos de asfixiar económicamente a la Revolución Cubana y a su pueblo, ha provocado la molestia de los sectores más recalcitrantes del exilio cubano en Estados Unidos. Así, en los medios de prensa y televisión de Miami, algunos han volcado su ira contra los propios opositores al gobierno cubano y la Iglesia Católica llegando a reclamar que el Cardenal cubano, Monseñor Jaime Ortega, sea expulsado de Cuba “con sotana y gorrito rojo”.

El Cardenal Ortega se había reunido con el Presidente cubano Raúl Castro el 19 de mayo de este año, junto al Arzobispo de Santiago de Cuba y el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba por más de cuatro horas. Al día siguiente se efectuó una Conferencia de Prensa en la cual el Cardenal hizo público la visita a Cuba del Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Monseñor Dominique Mamberti, entre los días 18 al 20 de junio. Si bien señaló que el motivo del viaje no eran las demandas que venían haciendo las llamadas “Damas de blanco”, sino el 75 Aniversario de las relaciones de Cuba y la Santa Sede, es de suponer que un tema tan sensitivo haya sido en alguna medida tratado en el contexto de la visita. En su conferencia de prensa el Cardenal admitió que si bien no había en aquel momentos negociaciones sobre el tema, ciertamente habían surgido conversaciones al respecto. Un tema que también salió a relucir en la conferencia de prensa fueron las gestiones hechas por la Iglesia con Fariñas con relación a su ayuno y la alternativa de flexibilizar el mismo. En el contexto de lo discutido con él le pidieron le diera un espacio a la Iglesia en las conversaciones ya iniciadas con el Gobierno.

Fue en esta conferencia de prensa donde, a preguntas hechas por el periodista Manuel Somoza sobre la posibilidad de una negociación por parte del gobierno cubano del caso de Fariñas, el Cardenal sugirió que el esfuerzo que faltaba estaba de parte de éste. A preguntas hechas por otra periodista, en este caso Mariana Castaño de TVE, sobre la posible liberación de prisioneros, el Cardenal respondió diciendo “se hablo de doscientos, de todos.”Fue también en esta entrevista donde sin concluir nada, salió a relucir España y su Canciller, Miguel Ángel Moratinos, como posible interlocutor en el proceso.

El 25 de febrero de 2010 la Conferencia de Obispos de Cuba se expresó sobre la situación política en Cuba. En su Declaración hizo referencia a sus expectativas surgidas a raíz de conocerse lo que llamó “la dejación temporal de su cargo por el Presidente Fidel Castro y la nominación de un equipo responsabilizado más directamente de la marcha del país durante el tiempo de su enfermedad.” Entonces pidieron al pueblo sus oraciones por lo que consideraron eran “momentos difíciles que vivía nuestra Patria.” Más adelante, afirmaron su satisfacción por el proceso de debate interno generado en el país sobre los problemas que aquejan al pueblo cubano y la búsqueda de soluciones. Nuevas expresiones fueron hechas más adelante por la Conferencia de Obispos, tanto con relación a la renovación de a Asamblea Nacional del Poder Popular, como del Consejo de Estado; y más adelante, sobre la designación del Presidente Raúl Castro como sustituto de Fidel en la Presidencia.

En abril de este año, una vez más, el Cardenal Jaime Ortega se expresó sobre la situación prevaleciente en Cuba, esta vez dentro del contexto de la muerte del opositor Orlando Zapata. Al hacerlo, hizo un llamado a que se crearan “condiciones de diálogo y entendimiento idóneo para evitar que se llegue a situaciones tan dolorosas que no benefician a nadir y que hacen sufrir a muchos.” Recordó entonces las gestiones hechas por la Iglesia en la década de los ochenta que permitió la salida hacia Estados Unidos de cerca de un millar de opositores y aquellos otros que salieron como resultado de las gestiones del Papa Juan Pablo II en el contexto de su visita a Cuba.

Cada vez que estos intercambios se han producido, surgen también modificaciones en la política de otros estados hacia Cuba. En estos momentos el Canciller español Miguel Ángel Moratinos ha hablado de las gestiones que llevará a cabo su país ante la Unión Europea dirigidas a modificar su política aislacionista hacia Cuba y su disposición a procurar la normalización de relaciones entre la Unión Europea y Cuba, afectadas grandemente desde 1996. Una determinación de la Unión Europea donde se modifique su política hacia Cuba, ciertamente traería un efecto adicional en el contexto del aislamiento de la posición de Estados Unidos en su política de Bloqueo a Cuba. Después de todo, Europa participa junto a Estados Unidos como socio económico y como socio militar a través de la OTAN. Por otro lado, un diálogo de esta naturaleza tiene también un efecto positivo en el fortalecimiento de las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno cubano.

De acuerdo con el periodista Manuel Alberto Ramy en una columna publicada el 30 de junio, citando al diario estadounidense Wall Street Journal, en ocasión de una visita hecha por el Cardenal Ortega a Washington esa semana, el prelado se reunió con altos funcionarios de la Administración Obama, entre ellas Arturo Valenzuela, Sub Secretario de Estado para el Hemisferio Occidental y con Howard Berman, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Para Ramy, no es una sorpresa que el Cardenal viaje a Estados Unidos, lo que hace con alguna frecuencia; lo interesante es que se trata de un viaje no anunciado. Añadiríamos nosotros a lo señalado por Ramy, la calidad de los funcionarios de la Administración Obama con los cuales se ha reunido así como los antecedentes al viaje. Mientras se producen estos contactos, delegaciones de Estados Unidos y Cuba se han venido reuniendo en Nueva York para la discusión de temas migratorios donde uno de los temas presentes ha de haber sido la situación de los prisioneros cubanos en cárceles estadounidenses y la negativa de visas a sus esposas y familiares para viajar a verlos a Estados Unidos.

Como en otras ocasiones en que se han dado grandes saltos históricos en las relaciones entre estados donde la hostilidad ha sido una constante, los pasos iniciales son pasos iniciales periféricos. ¡Estos allanan en todo caso el camino hacia importantes e históricas decisiones!

No podemos tampoco obviar en estos momentos el contexto internacional creado entre Estados Unidos, Inglaterra y la Federación Rusa en el marco del intercambio de prisioneros acusados y encarcelados por espionaje respectivamente y la reacción mundial favorable a este tipo de iniciativas. En el caso cubano, existen cinco prisioneros cubanos en cárceles estadounidenses que ya han extinguido 10 años de sus condenas en ese país, a la vez que existen prisioneros en Cuba, incluyendo estadounidenses, convictos de actividades llevadas a cabo contra la seguridad del Estado que incluyen el espionaje, los cuales también extinguen penas de prisión.

Un intercambio general de prisioneros sería un salto cualitativo en el mejoramiento de las relaciones políticas entre Estados Unidos y Cuba, que unido a medidas que lleven al final del Bloqueo impuesto contra Cuba y la normalización de relaciones entre ambos estados, significaría en definitiva el fin de un largo periodo de Guerra Fría que adelantaría los mejores fines y propósitos de la Humanidad.

15 de julio de 2010


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