Escrito por Héctor L. Pesquera Sevillano / Copresidente del MINH
«Como parte de la agenda hostosiana de cara a la Tercera Asamblea General a celebrarse el domingo 29 de septiembre en el Centro de Bellas Artes de Cataño, es promover la creación de una estructura de frente amplio ...»
Hace unos días, partidos, colectivos y organizaciones sociales de la izquierda peruana anunciaron la constitución de un Frente Amplio de cara a las elecciones municipales y regionales del 2014 y los comicios generales del 2016 que se celebraran en ese país.
El llamado Frente Amplio es conformado por Ciudadanos por el Cambio (del ex primer ministro Salomón Lerner Ghitis y los demás ex aliados del humanismo), el MAS (de Gregorio Santos), Tierra y Libertad (del exsacerdote Marco Arana) y Fuerza Social (de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán), entre otros. También figuran el Partido Comunista, el Partido Socialista y Patria Roja, organizaciones de corte radical.
En Ecuador un frente amplio llevo al poder a Rafael Correa. Lo mismo ocurrió en Uruguay con el Frente Amplio que llevó a la presidencia a Pepe Mujica; en Venezuela el Gran Polo Patriótico creado en el 2012 que llevó a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro al triunfo. Fenómenos similares, con distintos nombres, han ocurrido en Brasil, Argentina, Nicaragua y tantos otros lugares de Latinoamérica y del mundo.
¿Por qué no hemos avanzado en ese proyecto tan necesario en Puerto Rico? Diversas organizaciones de izquierda, incluyendo al Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), hemos propuesto incluir en nuestra agenda de trabajo la creación de un frente amplio. Hemos hablado mucho y adelantado muy poco en esa dirección. Si bien es cierto que de manera aislada se coordinan muchos esfuerzos en el trabajo internacional, en el Comité de Puerto Rico en la ONU, en la campaña por la excarcelación de Oscar López, en las luchas ambientales, en la defensa de los derechos humanos y civiles y por la justicia social, aún no hemos logrado la constitución de una Mesa de Diálogo Independentista como un primer paso.
Lo más cercano que hemos tenido en ese sentido fue el Congreso Nacional Hostosiano (CNH), visualizado como el Parlamento del Independentismo en el 1994, y que surgió como resultado del Primer Encuentro Hostosiano convocado por Juan Mari Brás el 11 de enero de 1993. Habiendo tenido esa experiencia y habiendo aprendido de los errores cometidos, tenemos que retomar aquel proyecto.
Una manera de fortalecer las coordinaciones que se están dando de forma coyuntural y casi espontánea, es mediante la formalización de una Mesa de Diálogo del Independentismo. Empezando por las cosas más básicas, como la coordinación de efemérides, la no cancelación de esfuerzos y movilizaciones, la unidad de esfuerzos en el trabajo nacional e internacional, en la lucha por la excarcelación de Oscar López y demás presos políticos, en defensa del ambiente y nuestros recursos naturales, contribuir a la organización y autogestión de comunidades. En fin, de lo que se trata es de definir una agenda común del movimiento patriótico, que pueda desembocar eventualmente en algún proyecto de frente amplio electoral, tal y como ha ocurrido en casi todos nuestros países vecinos.
Como parte de la agenda hostosiana de cara a la Tercera Asamblea General a celebrarse el domingo 29 de septiembre en el Centro de Bellas Artes de Cataño, es promover la creación de una estructura de frente amplio que aspire a integrar dentro de ella a todas aquellas fuerzas políticas, partidistas y no partidistas; sociales, comunitarias; gremiales; profesionales; juveniles; feministas; religiosas o de cualquier otra naturaleza, comprometidas con el reclamos de poderes políticos que pongan fin inequívocamente al colonialismo en Puerto Rico; promueva el desarrollo económico sobre la base de un modelo de desarrollo no dependiente del país; postule el mejoramiento de la calidad de vida y el consenso social; promueva como valor la inversión de nuestro pueblo en la educación de su población; eleve a niveles de excelencia la prestación de servicios de salud, garantice la seguridad de sus ciudadanos; democratice su vida colectiva mediante mecanismos efectivos de participación en la toma de las decisiones fundamentales de nuestras vidas; promueva un desarrollo sustentable armonioso con la preservación de nuestros recursos no renovables y medio ambiente; de plena vigencia a un estado de derecho donde se respeten los derechos civiles y derechos humanos de toda la población y promueva la preservación de nuestro acervo cultural como pueblo.
Este frente amplio debe estar abierto a la incorporación de organizaciones e individuos; promoverá acuerdos sobre la base del consenso, donde las instancias participantes se comprometen a respetar los mismos, y ceñirse a éstos desarrollando un diálogo persuasivo y fraternal entre sus diferentes componentes, colocando los intereses de la Patria por encima de los intereses particulares de las organizaciones e individuos adheridos a su programa.
Como todo frente amplio, partimos del reconocimiento de la independencia de cada una de las organizaciones adheridas al mismo. Se trata de un esfuerzo colectivo coaligado y de ninguna manera una fusión organizativa. En tal sentido, el frente no aspira a sustituir los esfuerzos que lleven a cabo las diversas organizaciones o sectores en el proceso de adelantar sus respectivos programas o propuestas de acción política.
A corto plazo, podemos dar el primer paso: la constitución de la Mesa de Diálogo Independentista.
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