El amigo Gazir Sued Badillo fue reclutado para escribir en la sección Buscapié del periódico El Nuevo Día, haciendo su debut este pasado domingo 16 de marzo. Les invito a leerla. Yo me quedé perplejo ante las expresiones del compañero.

En su primera columna, titulada Venezuela, el hoy Doctor en Filosofía nos hace un llamado a la neutralidad ante el intento de Golpe de Estado que está en marcha en el hermano país caribeño.

En la columna de marras nos aconseja Gazir, y cito: “Por el momento, no creo que los puertorriqueños aportemos a ninguna causa justa para el porvenir de esa nación hermana si cedemos a credos, chantajes y demás propaganda de panfleto del “chavismo” o de sus adversarios.”

Más adelante añade: “La solidaridad sin condiciones es puro fanatismo, venga de donde venga, y la idolatría a las figuras de gobierno es tan perniciosa como la adulación al liderato opositor. No existe una verdad revolucionaria que se oponga de manera absoluta ante la mentira reaccionaria. Pienso que no es alternativa legítima y justa un socialismo despótico como tampoco la vuelta a la tiranía capitalista”.

En sus expresiones, en primer lugar, Gazir Sued implica que las organizaciones y personas que hemos estado apoyando al gobierno electo de Venezuela es porque hemos cedido a chantajes (¿?) y demás propaganda de panfleto del “chavismo”. Considero dicha expresión una falta de respeto a ese gran sector de la izquierda puertorriqueña que defiende la democracia bolivariana, la construcción del socialismo del siglo XXI y que no ha claudicado o sucumbido ante la apabullante propaganda engañosa de los dueños de los medios de comunicación que controlan dicho negocio a través del globo.

En segundo lugar, ante el acecho violento del enemigo de los cambios revolucionarios a favor de los desposeídos, de los marginados, de la erradicación del analfabetismo y de la pobreza extrema, no se puede pedir condiciones para apoyar la permanencia del proceso bolivariano. Es como si yo me encontrara a mi amigo Gazir, rodeado de perros pitbull atacándolo en una esquina, y le pidiera como condición para ayudarlo que rectifique sus expresiones antes de ahuyentar los perros. Puede estar seguro que mi apoyo y el de cualquier amigo en ese momento va a ser “incondicional”. Después que espantemos los perros, tendremos espacio para dirimir diferencias o concepciones políticas.

En tercer lugar, plantear que no es alternativa legítima y justa un socialismo despótico, es el colmo de los sofismos. ¡Por supuesto que no es justo o legítimo un socialismo despótico! Pero ese no es el caso del proceso hacia el socialismo bolivariano, en el que todos los cambios sociales han sido refrendados por el pueblo en decenas de referéndums, consultas y elecciones.

Lo que hace el gobierno en estos días es reestablecer el orden que grupos de guarimberos han alterado, obstruyendo avenidas con escombros, destrozando y saqueando establecimientos, con la expresa intención de no detenerse hasta que el Presidente Maduro no abandone el puesto para el que fue electo. Una cosa es el derecho a protestar y manifestarse pacíficamente que tenemos los pueblos ante la inseguridad pública, la criminalidad y por la carestía de la vida. Otra muy distinta es montar guarimbas, bloquear vías públicas, incendiar y saquear comercios a lo que un grupo de bandidos se ha dedicado exigiendo el derrocamiento del Presidente Maduro. ¡Por menos que eso Oscar López lleva 33 años carcelado!

Tienen los golpistas el derecho, consagrado en la Constitución Bolivariana, al Referendo Revocatorio a mitad del mandato de cualquier funcionario electo, incluido el Presidente, pero parece que no quieren esperar a que se siga consolidando el socialismo en Venezuela. Aquí en Puerto Rico no tenemos ese derecho. Nos tenemos que chupar a Alejandro García Padilla hasta que concluya su término. A menos que nos dediquemos a prenderle fuego a los accesos al aeropuerto, a la Avenida Baldorioty de Castro, al Expreso Las Américas y dicho sea de paso, a romper cristales en Plaza Las Américas y edificios públicos. Esas acciones vandálicas, en una colonia contra la cual incluso hemos votado mayoritariamente, podrían justificarse. Pero un gobierno y un sistema electo por el pueblo no puede tolerar el destrozo, las barricadas y el saqueo a cuenta de que a los perdedores no les gustó el resultado electoral. El gobierno Bolivariano tiene la obligación ministerial de defender la Constitución y el orden. En ese proceso se han cometido errores y excesos. El Gobierno lo ha reconocido. Pero en términos generales, se ha utilizado la fuerza mínima necesaria para contener el bandidaje. Algunos critican a Maduro por no ser lo suficientemente fuerte con los amotinados. De otra parte, las manifestaciones pacíficas, tanto de opositores como de apoyo al gobierno, siguen dándose a diario sin mayores contratiempos o incidentes.

A todo esto, los medios de comunicación, proyectan que lo que se vive en Venezuela es el caos total. Cierto es que ha habido una veintena de muertos desde que comenzó el desorden hace un mes, (más asesinatos han ocurrido en Puerto Rico en ese mismo periodo) pero gran parte de las víctimas en Venezuela han sido efectivos de la Guardia Nacional o civiles defensores del proceso bolivariano que son asesinados por francotiradores al intentar recoger escombros que obstruyen la circulación vehicular.

Finalmente, ya que el compañero Gazir es doctor en filosofía, me tomo la libertad de recordarle lo que es el Sofismo, según el diccionario:

SOFISMA n. m. Razonamiento que solo es lógicamente correcto en apariencia, y que es concebido con la intención de inducir a error.

SOFISTA n. m. y f. (gr. sophistes). Entre los antiguos griegos, filósofo retórico. 2. Persona que usa sofismas o se vale de ellos.

Espero que la próximo Buscapié que leamos del compañero Gazir tenga pies…y cabeza.