Sábado, Noviembre 23, 2024

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La Radio a las alturas de 2014-Cero debate, cero independentistas. Control colonialista y anexionista: Algunos comentarios

 

murienteLa programación radial del País ha sufrido un deterioro profundo durante la pasada década. Particularmente en lo referente a programas de debate y análisis político y social; sobre todo en las estaciones de noticias más importantes, que transmiten a nivel nacional (WKAQ, WUNO, WIAC, Radio Isla y WAPA).

 

Hace menos de diez años abundaban en esas y otras estaciones de radio los programas de debate político y social, en los que por lo general participaban defensores de las ideologías políticas principales del país, estadolibrismo, estadidad e independencia.

Se criticaba entonces que la mayoría de los panelistas eran representantes de los tres partidos electorales (PPD, PNP y PIP). Se solía dejar fuera a representantes de otras organizaciones políticas o de la sociedad civil.

Se señalaba también la calidad desigual de dichos programas, debido sobre todo a lo superficial de las discusiones y análisis y a las continuas controversias frívolas que se daban entre unos y otros líderes partidistas.

Pero, a pesar de todo,  había debate; había enfrentamiento ideológico y, mal que bien, la población tenía la oportunidad de escuchar opiniones diversas.

Aquello cambió dramáticamente. Como si se hubieran puesto de acuerdo entre sí, los dueños de esas estaciones de radio eliminaron los programas de debate político. Como si se tratara de una acción concertada, comenzaron a contratar personas para que se hicieran cargo de programas de una o dos horas, a título de analistas. A esas personas les han entregado el micrófono y les pagan para que digan lo que se les antoje durante el tiempo dispuesto, de lunes a viernes.

Pero no se trata de cualesquiera personas. Aunque  hay entre ellas ciudadanos capaces y responsables, frecuentemente éstas coinciden con la línea ideológica del dueño de la estación, que es a su vez la línea editorial de la empresa. En más de un caso se trata de simples politiqueros de oficio, o de personas estridentes, arrogantes, escandalosas, pedantes y mediocres, en sintonía con el gran objetivo de alcanzar “rating”, es decir, audiencia, a costa del dime y direte, la agresión verbal, el insulto, la insinuación y la exacerbación de prejuicios, medias verdades o falsedades.   

En algunos casos suele haber cero disimulo en cuanto a los intereses ideológicos que se pretenden promover. Los más evidentes son WAPA Radio y Notiuno. Ambas estaciones son voceros activos del anexionismo.

La programación de WAPA Radio la encabeza el propio dueño de esa empresa, Wilfredo Blanco Pi, cubano anexionista, ícono del anticomunismo y antiindependentista furibundo, que ha ido envejeciendo junto a su hijo Jorge, obsesionados ambos por ser un factor de peso en la conversión de Puerto Rico en estado de Estados Unidos. Además de su programa mañanero Dándole casco al tema, en el que padre e hijo presumen de ideólogos que predican hasta el cansancio las bondades de la anexión y las maldades de Cuba y comunismo, WAPA Radio transmite buena parte de las actividades que lleva a cabo el PNP, lo mismo asambleas que mítines y radiomaratones. En la mañana transmite un programa de entrevistas en el que la inmensa mayoría de los entrevistados son representantes del PNP o, en menor medida, del PPD. Igualmente WAPA Radio es el principal promotor de los fotuteros del PNP en distintas partes del País, para quienes ha diseñado programas durante todo el día.  

Este instrumento del anexionismo ha sido desplazado por Notiuno en los pasados años.
Notiuno es la trinchera de Zaida “Cucusa” Hernández, Orlando Parga, Enrique Cruz, José Enrique Falú, Pedro Juan Figueroa, Ernie Cabán, Orlando Carlo, Pedro Vázquez, José Manuel Saldaña, Jaime Benson y Mario Vega y de todos sus correligionarios que son invitados a dichos programas.

Toda la programación de Notiuno, de lunes a viernes, desde las doce del mediodía hasta las diez de la noche, es anexionista (Echando candela, Echando chispa, El cuarto bate, Los fiscales, El malletazo, Análisis 630, Notiuno en la noche).

Para guardar las formas, en la mañana Notiuno tiene dos voceros del PPD y el PNP—Ferdinand Pérez y Enrique Meléndez, (Jugando pelota dura)— una entretenedora histórica que se supone sea independentista—Carmen Jovet (Con la Jovet)— y un exdirigente del PPD cargado de resentimientos y sueños frustrados—Ferdinand Mercado (Con todo el derecho)—.

En WKAQ la lista de analistas-comentaristas solitarios es harto elocuente. Unos se distinguen por su vanidad, otros por su pedantería precoz, otros por su estridencia corrosiva, otros por jugar a ser camaleones ideológicos. Ahí tenemos a Rubén Sánchez, Normando Valentín, Luis Francisco Ojeda y J. Fonseca.

Un caso particularmente indeseable es el de Luis Dávila Colón; no por anexionista, sino porque tras una fachada pretendidamente ilustrada se anida un espíritu cínico, destructivo y perverso. Él y sus acompañantes de ocasión constituyen un atentado cotidiano a la seriedad y el respeto que debe prevalecer en esta sociedad y en los medios de comunicación social.

En WKAQ están también Luis Pabón Roca y Carlos Díaz Olivo, el primero estadolibrista y el segundo anexionista. Ambos con licencia para matar.

En Radio Isla encontramos en la mañana, al estadolibrista histórico José Arsenio Torres y a la independentista sui géneris Inés Quiles, cada uno de ellos en su soledad o con invitados, por lo general gente seria y competente. En la tarde se presenta Damaris Suárez en compañía de un comentarista joven. A las cinco se transmite el único programa donde participan tres representantes de ideologías distintas, Fuego Cruzado, que más que un programa de debate es un encuentro entre amigos que suelen conversar y reflexionar de forma sosegada, sobre asuntos interesantes.

En WIAC los analistas solitarios son Wilda Rodríguez, acompañada de Graciela Rodríguez; el exlegislador del PNP Carlos Díaz y Silverio Pérez.

Hay tres programas radiales en los que participan dos personas, una representando al estadolibrismo y la otra la anexión, excluyéndose en los tres la representación independentista: WKAQ Analiza (WKAQ), Jugando pelota dura (WUNO) y Rojos y azules (WAPA).

Llama también la atención el carácter francamente violento de los nombres de muchos de estos programas, indicativo de los niveles de intolerancia que se promueven en los mismos o de la manera como se concibe que deban realizarse los debates políticos en el País: Si no lo digo reviento, Echando candela, El azote, Fuego cruzado, Echando chispa, El malletazo, El fuetazo, El escándalo del día, Jugando pelota dura, El cuarto bate, Ojeda sin límite…

Como podemos ver, en esas estaciones de radio—que gozan de gran audiencia a nivel nacional— se ha eliminado el debate ideológico, se ha borrado casi totalmente la participación del sector independentista, se han impuesto las ideas y pareceres de analistas —falsos y verdaderos—seleccionados por los dueños, y se ha generado una suerte de farándula cotidiana orientada, en la mayoría de los casos, a trivializar la información con análisis superficiales y tendenciosos; a promover discursos cataclísmicos, caóticos y escandalosos; a politiquear según los intereses de cada cual, o simplemente a comentar las noticias publicadas en los periódicos, sobre todo El Nuevo Día.

El resultado ha sido el deterioro progresivo de la radio como instrumento por excelencia para el análisis y la interpretación social profunda, responsable, participativa, diversa y proponente.

Evidentemente, aquí hay cálculo y premeditación. Se trata de un operativo colonial-anexionista dirigido a remachar, o las bondades del ELA y la inamovilidad del mismo, o la inevitabilidad de la estadidad como pretendida opción descolonizadora que nos conducirá al cuerno de la abundancia y la felicidad.

En cuanto a la independencia o el reclamo de poderes, la intención es que haya cero consideración de esa posibilidad, que simplemente no se reconozca su existencia, que se le desprecie y se le ningunee como una fantasía en la que sólo creen dos o tres desquiciados.

El movimiento independentista tiene que enfrentar un cuadro de situación mediática nada disimulado y totalmente adverso. ¿Cómo imponer nuestra presencia, cómo abrir espacios para educar, para que el pueblo pueda considerar nuestras opiniones, denuncias y propuestas? ¿Cómo romper el cerco?

Primero que todo, hay que reconocer el problema. Estamos ante un operativo concertado de invisibilización del movimiento independentista. Hay la intención activa de que no se discuta ni se considere la independencia como alternativa para resolver el problema de colonialismo y la crisis socioeconómica que vive nuestro País. La intención es particularmente lesiva en estos tiempos en los que la existencia o no de prácticamente todo, depende de su presencia mediática; y en los que la crisis económica y social prevaleciente reclama análisis y propuestas serias, responsables y profundas.

Precisamente, la intención de estos medios de comunicación también consiste en circunscribir la discusión sobre la situación del País a parámetros estrictamente partidistas—en el peor sentido—donde lo que prevalece es la “tiraera” y no la consideración seria de las ideas.

Frente a esta situación, se impone la premisa aquella de que, la mejor manera de hacer es haciendo; y haciendo es como vamos a romper el cerco. Es decir, generando lucha, campañas, manifestaciones, que inevitablemente tengan que ser reseñadas, desarrollando actividades, promoviendo, participando, abriendo espacios propios de comunicación—programas de radio, periódicos, boletines—escribiendo artículos en la prensa,  contratando cuñas radiales,  usando el internet…

La inacción nos conduce a la autoinvisibilización, es decir, a facilitarle las cosas al adversario; a resignarnos a no existir ni ser tomados en cuenta…y eso es inadmisible.

Tenemos que forzar nuestra presencia. Tenemos que imponer nuestra presencia y la de nuestras ideas, denuncias, propuestas, reclamos, análisis… Tenemos que ser autogestionarios, generar formas propias de comunicación con nuestra gente.

Así, iremos rompiendo el cerco. Así, enfrentaremos exitosamente los intentos de invisibilización de nuestra lucha de independencia y contribuiremos a elevar la calidad y profundidad del debate de ideas en el País.

Fundación Juan Mari Brás

 

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