Escrito por Ricardo Alarcón de Quesada
Quisiera que transmitan a los familiares de Juan Mari Brás y a todos sus numerosos amigos y compañeros en Puerto Rico mi profundo pesar por el fallecimiento de Juan.
Hace tiempo que él luchaba contra la enfermedad y acá, desde la distancia, seguíamos con angustia, ésa, su última batalla. Aunque el triste desenlace era esperado la noticia llega como un golpe cruel y duele mucho.
El patriotismo boricua pierde a un luchador irrepetible que entregó su vida entera a la causa sagrada de la independencia nacional. Sufrió mucho, incluso el asesinato aún impune de su hijo Chagui.
Mucho habrá que decir de él y de su limpia y noble trayectoria. Pero sobre todo mucho habrá que pelear para seguirlo en su abnegada brega. Porque no nos confundamos, la lucha continuará y en ella, a la vanguardia, estará siempre Juan.
Ya lo anunció, desde el fondo de los tiempos, otro Juan: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2, 10).
¡Viva Juan Mari Brás!
¡Viva Puerto Rico Libre!
Ricardo Alarcón de Quesada
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