Escrito por Prensa MINH
(San Juan, 5 de octubre de 2010). El Movimiento Hostosiano se une al clamor general por la destitución del Superintendente de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa Sancha.
La muerte del joven atleta José Alberto Vega Jorge a manos de la policía y del anciano William Malaret durante un allanamiento en Ponce la semana pasada no son más que la última expresión de una conducta aprendida de violación a derechos humanos y brutalidad policiaca, destacó Héctor L. Pesquera, Copresidente del MINH.
Desde el 2005 hasta hoy, según cifras oficiales, 24 personas han sido asesinadas por policías, 15 de ellos durante el ultimo año. Solo un caso ha sido llevado a las cortes: el de Miguel Cáceres, ejecutado en Humacao. Como sabemos, ese asesinato fue grabado y difundido ampliamente, por lo que no había modo de amapucharlo. Estas cifras son escandalosas, sobre todo que hayan tantos casos en la oficina del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) aun sin esclarecer.
Pero a nadie debe extrañar este comportamiento de la Policía de Puerto Rico cuando las instrucciones específicas del Superintendente son “fuego se apaga con fuego”, según expresara el mandamás de la Policía recientemente.
Desde sus inicios como Superintendente de la Policía, el modelaje de Figueroa Sancha ha sido elocuente. Su última acción como subdirector del FBI fue su participación en el operativo para darle muerte a Filiberto Ojeda Ríos, en la que fue cómplice en la violación mas fragrante de cualquier derecho humano: el de recibir atención médica cuando se es herido y se está desangrando. Luego lo vimos a cargo del operativo en la calle De Diego 444, donde bajo sus órdenes se roció con gas pimienta, de forma abusiva e innecesaria, a los miembros de la prensa que intentaban informar al país de los acontecimientos.
Una vez nombrado Superintendente, se lució durante la huelga universitaria, lanzando improperios contra estudiantes y trabajadores. Llegó al extremo de justificar el que su mano derecha, Rosa Carrasquillo, pateara los genitales de un joven que yacía en el suelo, rodeado de guardias y sometido a la obediencia. Se responsabilizó públicamente por la golpiza propinada a estudiantes y otras personas que fueron al Capitolio el último día de la pasada sesión legislativa a entregar una proclama a los legisladores y expresó sentirse muy orgulloso por la forma de actuar de la fuerza policíaca.
En términos de transparencia y honestidad, tampoco ha sido un modelo a seguir. El país pudo conocer su disposición al encubrimiento y a la corrupción, cuando en el caso Betsy, en el que el Alcalde Jorge Santini se vio involucrado en un claro caso de obstrucción a la justicia durante un operativo contra puntos de droga, descartó las conclusiones de un informe policíaco y trasladó a los policías involucrados en el caso Santini a otra jurisdicción.
“Pero si pobre ha sido su modelaje como jefe de la policía, peor ha sido su desempeño para el puesto que se le nombró”, señaló por su parte Julio Muriente, también Copresidente de los hostosianos. Desde su incumbencia se ha incrementado la tasa de asesinatos en Puerto Rico, una de las más altas del mundo. Ya van 745 asesinatos, 50 más que para la misma fecha del año pasado. El 73% de esos asesinatos, según cifras de la propia Policia, permanecen sin esclarecer. La moral en la fuerza policíaca esta por el piso y el prestigio de esa agencia ante el país está peor que nunca. El ciudadano común tiene que protegerse del delincuente y velar al guardia que no vaya a venir “pompeao” con esteroides anabólicos y presto a disparar o a patear en el piso a un ciudadano inocente.
Desgraciadamente los miles de policías que son honestos y servidores públicos sacrificados están pagando los platos rotos, ya que el ciudadano no puede distinguir quién viene detrás de ese biombo azul: si un asesino vestido de policía o un protector de la vida, la seguridad y la propiedad de la ciudadanía.
Ya es hora que el Gobernador Luis Fortuño tome cartas en el asunto y destituya inmediatamente a Figueroa Sancha. Este ha sido uno de los peores jefes de la policía que podamos recordar. Su ejecutoria ha sido detrimental para el pueblo y para el propio cuerpo policiaco. Nos unimos al clamor de las comunidades pobres, de los trabajadores, de los estudiantes, de la comunidad dominicana y del pueblo en general para que el Gobernador Fortuño ejerza su autoridad y destituya a Figueroa Sancha por incompetente.
Héctor L. Pesquera Julio Muriente José Rivera Santana
Copresidentes MINH
Movimiento Independentista Nacional Hostosiano
Calle 25 NE 339, Puerto Nuevo, San Juan, Puerto Rico 00920
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