Escrito por Francisco A. Santiago Cintrón | Copresidente del MINH
Dice una canción cubana contemporánea que: “vivirlo no es igual que hacer el cuento”. Al igual que la narración de la canción, resulta que los momentos históricos, por su impacto y por su grandeza, son propensos a ser contados por cada uno de nosotros y nosotras. A su vez, es imperativo que estas historias sean contadas por nuestra perspectiva ante el aspecto político que estuvo siempre presente en los doce días que culminaron con la primera renuncia de un gobernador electo en nuestro país. Es una invitación a un deber dado a que quien no escribe su cuento, quien no narra lo sucedido, se arriesga que otro lo narre conforme a sus intereses y sus fines. En un país como el nuestro, donde parte de los escándalos del “Telegramgate” es la coordinación entre ciertos medios periodísticos y el PNP para manipular las noticias, y nuestras memorias sobre lo vivido, es necesario levantar sospecha a la narración de los últimos días.