26 de octubre de 2019
(revisado y ampliado el 26 de octubre de 2021)
I. Introducción:
Este ensayo fue redactado originalmente el 26 de octubre de 2019 cuando se cumplían 100 años del natalicio de Lolita Lebrón Soto.[1] A dos años distancia de aquel momento en que se publicó este ensayo, una vez más rendimos homenaje a quienes levantando nuestro pabellón nacional, se levantaron en armas aquel 30 de octubre de 1950 en Puerto Rico, el 1ro. de noviembre en Washington frente a la Casa Blair y también a quienes desafiaron al imperio en su gesta patriótica ante el Congreso de los Estados Unidos el 1 de marzo de 1954 para proclamar ante el mundo el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia.
Pretender incursionar en el significado histórico de la Insurrección Nacionalista de 1950 y como parte de ésta, los diferentes sucesos dentro de los cuales se desarrolló, nos imponen un gran peso y una mayor responsabilidad. Compartir con ustedes una reflexión en torno los eventos que rodean esta epopeya, exigen y demanda la mayor pulcritud en la narración de los sucesos, a la vez que nos reta a un juicio histórico y a una reflexión política que todavía, a la distancia de 71 años desde los sucesos, sigue siendo no solo necesario sino vigente. Sí, en efecto, la Insurrección Nacionalista iniciada aquel 30 de octubre, no sólo fue un acto de guerra contra el poder interventor de Estados Unidos en Puerto Rico, sino también el resultado de una multiplicidad de eventos que, como témpano de hielo del cual sólo atinamos a ver una pequeña parte de sus dimensiones reales, flota y se desplaza navegando en nuestra conciencia colectiva como pueblo.